Todos hemos oído hablar de la autoestima, y es posible que utilicemos ese concepto en nuestro día a día con relativa frecuencia. No obstan te, no solemos utilizar esta palabra de forma correcta, ya que le atribuimos una definición que en realidad hace referencia a sus subdimensiones que son el autoconcepto, la autoconfianza, la autoimagen y el autoconocimiento. Es por ello que es tan importante recordar que la autoestima es un concepto que hace referencia a una valoración más global que hacemos sobre nosotros mismos, que incluye conceptos relativos a nuestros pensamientos, sentimientos y percepciones y condiciona nuestra forma de actuar. En definitiva es el amor propio, y la valoración tanto positiva como negativa que hacemos de nosotros mismos.
Ahora bien, la autoestima se va construyendo a raíz de nuestras experiencias personales, percepciones, nuestro aprendizaje, pensamientos e influencias sociales. Al recibir tantas influencias es posible que se haya visto afectada de forma negativa por alguna de ellas, y haya generado sentimientos y sensaciones como inseguridad, perfeccionismo y autoexigencia, aislamiento social o dificultades en la relaciones interpersonales. Si te sientes identificado con alguno de ellos, aquí te dejamos unas píldoras para mejorar tu autoestima:
- Trátate con el mismo respeto que tratas a los demás: Muchas veces hacemos juicios de valor hacia nosotros mismos que no haríamos hacia otras personas. Es probable que te hayas dicho alguna vez a ti mismo frases como “no valgo para nada”, “es que soy un inútil”, “soy tonto”. No diríamos estas cosas a nadie de nuestro entorno, ni mucho menos a alguien que queremos. Por esto mismo te proponemos que analices lo que te estás diciendo, si es realmente objetivo y si podrías decirlo de otra forma, como se lo dirías a un amigo o a alguien cercano.
- Dedica espacio a tu autocuidado: la vida va a una velocidad vertiginosa y muchas veces nos olvidamos de que merecemos cuidarnos, darnos tiempo para hacer aquello que nos gusta. Este ritmo, hace que resulte complicado sacar tiempo, pero buscar al menos un par de actividades o momentos a la semana, ayudaría de forma significativa a mejorar nuestra autoestima.
- Visibiliza tus logros y administra tus críticas y exigencia: habitualmente nos exigimos tanto que no valoramos aquello que conseguimos, poniendo únicamente el foco en aquello que no logramos. Hacer esto no es justo para nosotros y tampoco es objetivo, así que para hacer un balance que sea más adaptativo, te propongo hacer una lista en la que anotes los pequeños logros que consigues a lo largo de una semana, o varias, en función de tus necesidades, y que recurras a ellos cuando te estés criticando duramente.
- Escúchate y respeta tus límites: muchas veces hacemos cosas que realmente no queremos hacer, o decimos que sí cuando realmente queremos decir no. Esto sucede porque no dedicamos tiempo a escucharnos y no respetamos aquello que nos decimos
- Busca metas alcanzables: no establezcas metas inalcanzables o que no puedes cumplir, porque eso te generará frustración. Piensa metas objetivas y divídelas en objetivos más pequeños, de esta forma podrás ver mejor lo que vas consiguiendo.
- Expresa tus sentimientos en un espacio seguro: expresa aquello que quieras en un entorno seguro que no vaya a juzgarte, teniendo en cuenta que no tienes obligación de contar nada que no quieras y que te mereces ser escuchado como tú escuchas a un amigo.
- Valida tus emociones: las emociones y sentimientos tienen una razón de ser, están ahí porque tienen una función En este sentido te recomendamos que las aceptes y te permitas sentirlas sin castigarte por ello.
Trabajar y mejorar la autoestima es un trabajo largo y que requiere constancia, pero que nos lleva a un estado de bienestar mayor. Cuidate, escuchate y respétate.